El pastelero de los sueños, un libro que te inspirará a alcanzar tus sueños

El pastelero de los sueños Fortunato y las sonrisas perdidas por Tomás A. Perantón

Te presento mi última obra, El pastelero de los sueños – Fortunato y las sonrisas perdidas, un cuento ilustrado pensado para niños y niñas a partir de 5 años, aunque los más mayores y los adultos también la disfrutan muchísimo. Hoy, quiero hablarte de esta historia cargada de sentimientos y valores.

La historia de Fortunato

El protagonista, Fortunato, proviene de una familia de panaderos. Su bisabuelo, su abuela y su padre dedicaron su vida a hornear pan, y él, desde siempre, sintió la responsabilidad de continuar con esa tradición. Sin embargo, lo que realmente apasiona a Fortunato es preparar pasteles y, sobre todo, sus famosos buñuelos, cuya receta familiar se ha conservado como un gran tesoro.

En el día a día, Fortunato se ve atrapado en la monotonía de madrugar y hornear pan, descuidando aquello que más ama: la pastelería. Todo da un giro cuando decide perseguir su gran sueño, decide dejarlo todo y acudir al prestigioso concurso de pastelería del Salón de las Delicias en la ciudad de Gustópolis.

En su camino, Fortunato conoce a personas necesitadas y comienza a redescubrirse a sí mismo. El pastelero de los sueños es una historia que combina la superación personal con la generosidad más sincera.

Valores que me inspiraron al escribir

Al crear esta historia, quise reflejar varios temas que considero fundamentales:

  • Perseverancia: Atreverse a perseguir lo que realmente deseamos, aunque requiera romper con las expectativas familiares o sociales.
  • Generosidad y empatía: Fortunato descubre lo mucho que puede aportar a quienes lo rodean cuando comparte sus buñuelos, incluso a costa de sacrificar su propia ventaja en el concurso.
  • Humildad y cambio personal: Pasar de ser alguien huraño y encerrado en su rutina a abrir el corazón para conectar con los demás.
  • La importancia de la infancia: Los niños son clave en la historia y en la transformación de Fortunato, reflejando cómo la inocencia y la ilusión pueden conmover a cualquiera.

En definitiva, quise subrayar que el verdadero éxito no se mide solo en premios o reconocimiento, sino también en la huella positiva que dejamos a nuestro paso.

«Nunca es tarde para retomar aquello que nos hacía felices, ni para endulzar la vida de quienes más lo necesitan.»

Un cuento totalmente ilustrado

Uno de los mayores orgullos que tengo como autor es haber creado no solo la historia, sino también las ilustraciones que la acompañan. Quería que cada página invitase a los lectores a sumergirse en el universo de Fortunato, con sus escenas repletas de detalles culinarios y personajes entrañables. Para mí, la combinación de texto e imagen es fundamental a la hora de cautivar a los niños y niñas, haciéndoles sentir que pueden oler el aroma de los buñuelos y ver la gran ciudad de Gustópolis con sus propios ojos.

Actividades y reflexiones en familia

Si quieres aprovechar aún más la lectura de “El pastelero de los sueños”, te propongo algunas ideas:

  • Taller de repostería: Prepara un dulce sencillo (magdalenas, buñuelos o galletas) y aprovecha para hablar con los niños sobre el viaje de Fortunato y la importancia de compartir.
  • Debates en el aula o en casa: Pregunta a los niños qué sueños tienen y qué obstáculos podrían encontrar. ¿Cómo pueden ayudar a otros a cumplir sus propios sueños?
  • Obra de teatro improvisada: Reparte los personajes (Fortunato, los ancianos, los niños, los mendigos) y deja que los participantes representen escenas clave de la historia.

Todo esto puede servir para reflexionar sobre la solidaridad, la empatía y la importancia de perseguir nuestros sueños sin olvidar a los demás.

En definitiva

Para mí, escribir El pastelero de los sueños — Fortunato y las sonrisas perdidas ha sido una experiencia muy especial. He volcado en él mi pasión por la literatura infantil y mi convicción de que, con un poco de generosidad, podemos cambiar muchas cosas a nuestro alrededor. Espero que Fortunato, con sus altibajos y su ternura oculta, se gane un hueco en el corazón de los lectores, y que el aroma de sus buñuelos te invite a reflexionar sobre la grandeza de los pequeños gestos.

¿Te animas a probar este dulce relato? Me encantará saber qué te ha parecido y si te ha despertado las ganas de seguir tus propios sueños, con el corazón tan abierto como el del mejor pastelero.

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